¡Logre más rápido alto desempeño en su empresa mejorando la forma en cómo se toman las decisiones!
Mejorar las decisiones tiene mucho más impacto que arreglar las ineficiencias todos los días, que es comúnmente el enfoque de la mejora continua sobre los procesos. Pero la toma de decisiones generalmente no se analiza, o por lo menos no debidamente, y menos se mejora permanentemente. Casi que se presume de entrada que las personas a cargo saben tomar decisiones, lo cual es completamente errado.

En el interesante artículo “Impulse el desempeño enfocándose en las decisiones” del consultor Brad Power, publicado por Harvard Business Review Blog Network, su autor sostiene que los procesos están muy enfocados a las cajas y las flechas con las que se representa gráficamente, y tienen menos enfoque a la forma en que se toman las decisiones, que son realmente las que desatan las acciones y mueven los procesos, por lo que el enfoque debería estar más centrado en los rombos y las flechas (recordando que los rombos sirven para representar que en allí se toman decisiones). Mejorar las decisiones tiene mucho más impacto que arreglar las ineficiencias todos los días, que es comúnmente el enfoque de la mejora continua sobre los procesos. En gracia de discusión, cualquier método de mejora apunta a que finalmente se puedan localizar las fuentes de problemas, entre las cuales la toma de decisiones en los procesos podría ser una más, y finalmente resolverla. Pero lo valioso de este planteamiento es que clasifica por su impacto el orden de las acciones de mejoramiento que se debe emprender en la empresa, y resalta algo que comúnmente no se analiza, o por lo menos no debidamente y menos se mejora permanentemente. Casi que se presume de entrada que las personas a cargo saben tomar decisiones, lo cual es completamente errado.

Las decisiones son la esencia de la labor de gerencia, de los directivos en todos los niveles de la organización. Hay decisiones de todo tipo dentro de una empresa: decisiones estratégicas, decisiones tácticas y decisiones operacionales, como bien las ha clasificado el profesor J.Muckstadt, de Cornell University desde 2001. Las decisiones estratégicas de largo plazo son las de menos frecuencia mientras que las operativas se presentan en cantidades todos los días, con alcance incluso de horas. Contrario a lo que se pensaría comúnmente, las decisiones no se toman en la gerencia general; la mayoría se toman en los niveles “bajos” de la organización, en niveles de supervisión, ni siquiera en la gerencia media. Pero todas las decisiones aportan al mejor o peor desempeño de la empresa. De acuerdo con Power, “es común que los gerentes pierdan de vista los objetivos financieros y otros objetivos organizacionales, mientras enfrentan las actividades del día a día”. Eso es bastante conocido aquí. Reconocer esto es clave para entender la gran importancia de enfocarse en mejorar la toma de decisiones en la empresa, y ojalá de manera radical.

Para el autor del artículo comentado, es preciso conocer qué decisiones se toman diaria, semanal y mensualmente, y cómo afectan ellas las metas financieras de la empresa. El análisis que debiera hacerse, abarca la oportunidad, la información necesaria, los responsables, el nivel de detalle, su alcance, y si podrían ser apoyadas por nuevas herramientas de planeación. En otras palabras, el método de tomar decisiones debe analizarse para cualquier tipo de decisión que exista en el proceso, revisar su estado actual y mejorarlo radicalmente, lo cual con seguridad implicará integrar los componentes humano y tecnológico. En este punto, y por la observación de muchos casos en diversos tipos de empresas, hay que poner especial cuidado en quienes toman las decisiones, y si tienen tanto las competencias necesarias, la información completa, el método preciso para hacerlo correctamente y el soporte tecnológico adecuado. Hay que recordar que decisiones mal tomadas se reflejan de inmediato en malos resultados, o resultados por debajo de lo posible, perdiendo competitividad.

El más grande de los ejemplos para este tema específico, es cómo se toman las decisiones para el proceso principal de una empresa manufacturera, en la llamada Cadena de Suministro, en la cual hay miles de decisiones que hacer para poder atender la demanda prevista en la forma debida. Existen desde decisiones de compra de materias primas, niveles y lugares de inventarios de materias primas, productos en proceso y productos terminados, órdenes de producción, traslados a centros de distribución, hasta decisiones de despachos de inventarios en consignación, cuyo método puede basarse, desde el simplista buen ojo de quienes manejan partes separadas del proceso, hasta modelos matemáticos que optimizan todo el proceso como un solo conjunto, enfrentando su real y enorme complejidad. Obviamente la diferencia en los resultados financieros, niveles de atención a los pedidos de los clientes, niveles de inventarios, entre otros objetivos organizacionales, por usar un método u otro son enormes. El gran experto en estos temas, profesor J.Shapiro del MIT, revela un ahorro gigante que puede oscilar entre 8% y 24% del costo de todo el proceso de abastecimiento, producción y distribución por tener modelos de optimización que ayuden a tomar las decisiones cercanas al óptimo (…!!!). Es muy impactante; de ahí su enorme importancia.

Pero este tema no es exclusivo para empresas manufactureras ni sólo para el proceso principal. Aplica para todo tipo de proceso en todo tipo de empresa. Para empezar revise si en sus manuales de procesos hay mención especial de cada decisión que se toma en cada proceso, si cada una está debidamente analizada, y si hay un método sistemático de mejora para la forma en que se toman. Si no, ya sabe por dónde empezar.

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